La pornografía se centra en la visualidad del sexo y anula los demás sentidos y como resultado el espectador pierde la necesidad de imaginar para satisfacer su deseo. La literalidad de estas imágenes reduce el misterio y el enigma que ha existido históricamente en la sexualidad por medio de una estructura semántica perfecta con posturas, rostros y expresiones codificadas, con genitales que se convierten en cuerpos sin cabeza y con historias carentes de contenido.
GAN-bang es una videoinstalación en la que imágenes en movimiento se proyectan en un televisor, resultado de una colaboración entre un ser humano y una Red Neuronal Generativa Adversaria (GAN), un programa de aprendizaje con inteligencia artificial. Esta GAN analizó más de 2.000 imágenes pornográficas de encuentros sexuales múltiples, conocidos como ganbangs, recopiladas por mí. Luego, mediante variaciones algorítmicas, fusionó estas imágenes con obras de pintura renacentista, creando así una nueva manifestación visual.
Esta orgía audiovisual de bits convierte al espectador en un voyeur involuntario, quien se ve obligadoasomarse para contemplar las masas de carne que se proyectan en la pantalla de televisor. La imagen, concebida por el algoritmo de inteligencia artificial, solo se revela cuando el espectador observa a través de un filtro polarizado; desde cualquier otro ángulo, la pantalla permanece en blanco.
Este proceso colaborativo entre la máquina y el ser humano, que fusiona la construcción algorítmica de imágenes con la intervención experimental de un televisor LCD, transforma la precisión semántica de la pornografía en una abstracción, las poses en posibilidades de interpretación, la alta definición en errores informáticos y la literalidad en un enigma por descifrar.
