HIGH-TECH INCESTO
High-tech Incesto surge de un hecho biológico que atraviesa mi existencia: fui concebido
por fecundación in vitro y, durante la gestación, absorbí a mi hermano gemelo.
Este fenómeno —conocido como síndrome del gemelo
evanescente— se transforma aquí en detonante simbólico para
explorar las tensiones entre creación artificial, canibalismo, autofagia,
tecnosexualidad y los mitos del origen. Los registros médicos confirman que un
segundo cigoto se desarrolló junto al mío en el vientre de mi madre, pero fue
absorbido tras unas semanas: una lucha silenciosa en la que el más apto
sobrevivió alimentándose del otro. High-tech Incesto
encarna ese gesto primigenio a través de la simulación de un beso con el gemelo
que nunca nació, proponiendo un encuentro imposible entre el deseo, la carne y
la memoria genética.