Esta pieza se conecta profundamente con mi origen, pues mi existencia se debe a la fecundación in vitro, un proceso en el cual el óvulo y el espermatozoide se unen fuera del útero, en una probeta o caja de Petri, la cual es un elemento esencial de esta instalación. Desde mi infancia, al haber llegado al mundo mediante esta técnica no sexual, comprendí la distinción entre sexualidad y reproducción, dos conceptos que históricamente se han intentado vincular, pero que hoy sabemos que no son equivalentes.
Esta videoinstalación, titulada "Espectro In Vitro", plantea una visión aséptica de la sexualidad. Una serie de imágenes pornográficas abstractas generadas en colaboración en colaboración con una IA son proyectadas dentro de un entorno controlado, representado por la caja de Petri. Esta pieza refleja cómo en la actualidad, la sexualidad se nos presenta en las pantallas como piezas audiovisuales preproducidas y sumamente controladas, con guiones y poses estandarizadas, y con historias carentes de contenido. Es un sexo artificial creado para explotar el deseo de los espectadores, resaltando así la artificialidad y la falta de autenticidad en la representación contemporánea de la intimidad humana.
