La pornografía se centra en la visualidad del sexo
y anula los demás sentidos y como resultado
el espectador anula su necesidad de imaginar
y satisfacer su deseo a través de su mente. La
literalidad de estas imágenes reduce el misterio
y el enigma que ha existido históricamente en la
sexualidad por medio de una estructura semántica
perfecta con posturas, rostros y expresiones
codificadas, con genitales que se convierten en
cuerpos sin cabeza y con historias carentes de
contenido.
Deseo Suspendido es una serie de pinturas al
óleo en las que imágenes pornográficas aparecen
desenfocadas tras un símbolo de cargando que
permanece eternamente detenido. Esta serie surge
en oposición a la promesa contemporánea de la alta
resolución de las pantallas digitales.