Después del goce

Óleo sobre lino
85 x 130 cm c/u
2025






Después del goce reúne una serie de pinturas donde el cuerpo se ofrece como territorio de silencio y de belleza interrumpida. Jóvenes cuerpos —dóciles, serenos, expuestos— reposan sobre calaveras y huesos en una escena que oscila entre la contemplación y la ruina. No hay violencia ni dramatismo, sino una calma tensa que parece contener la memoria de un deseo que ya se consumió.

El erotismo se manifiesta en la quietud, en la posibilidad de un gesto que no llega a ocurrir. Cada figura encarna la pausa posterior al placer: ese instante en que el cuerpo ha dicho todo y solo queda su eco.

La muerte, siempre cercana al imaginario queer, no aparece aquí como amenaza sino como presencia inevitable, como sombra que acompaña. Estas pinturas convierten esa cercanía en un acto de resistencia: los cuerpos no sucumben, descansan. Después del goce es, al final, una elegía luminosa sobre la fragilidad, la persistencia y la ternura de seguir existiendo incluso cuando todo parece haber terminado.